Nuestro distrito cumplió 356 años. Y entre el desfile cívico y los show de músicos históricos locales como Willy Quiroga y Ricardo Soulé, bandas nuevas y el cierre masivo de Las Pelotas; las ferias, foodtrucks y propuestas gastronómicas y las más de 50 mil personas que circularon redondearon un festejo sin ninguna fisura.

Hemos vivido horas de una fiesta impecable. Sin un solo incidente. Se especulaba que al hacerlo en Quilmes Centro, una zona teóricamente reacia a proyectos populares, podía generar situaciones inesperadas y, sin embargo, salió todo muy bien. Prolijo y organizado. A la altura de lo que merece Quilmes, los quilmeños y las quilmeñas.

“Hoy nos reunimos para “hacer historia”. Quilmes es historia. Historia del crimen contra los indígenas que dieron nombre al Partido, historia de la resistencia contra los ingleses invasores, historia de surgimiento de empresas por doquier y de pobreza con asentamientos urbanos por todas partes. Hacer historia es no quedarnos dormidos cuando esta pasa delante nuestro, y ponernos de pie para caminar juntos y juntas”.

Así comenzó su discurso de apertura del padre Eduardo De La Serna. Tocó los aspectos centrales de la mirada política con mayúsculas, desde la historia larga y desde la historia más reciente. Desde lo positivo y lo que forma parte de las cuentas pendientes.

No es casualidad ni es un error que haya sido en la voz de un religioso. Pertenecemos a un movimiento como el justicialista, de base profundamente humanista y profundamente cristiana, que pone a los más humildes en el centro de sus políticas, no desde el pobrísimo, sino desde el convencimiento de que nadie se realiza en una comunidad que no se realiza.

Y en ese sentido, vale traer otra sensación que desde lo político nos dejó este fin de semana de festejos que se extenderán en otras actividades en la semana: nos quieren convencer, machacan y machacan que la elección del año que viene está perdida y eso no es así de ninguna forma. Lo vivimos este fin de semana en Quilmes.

El gobierno de Mayra es la prueba de que, aún en una situación económica sumamente compleja, se pueden hacer obras asfaltos (más de 600 cuadras) de servicios básicos (cloacas, red eléctrica) de infraestructura (nueva estación de ezpeleta), en ambiente (ecoparque de la ribera), educativos (edificio nuevo para el Instituto 83 de Solano), los polideportivos, por nombrar solo algunas que le cambian la vida a los vecinos en lo concreto.

Nadie niega las profundas dificultades económicas de nuestros país, luego de la hecatombe de los cuatro años macristas y la pandemia del COVID, pero si logramos avanzar en un grado mayor de distribución de la riqueza, lo claro es que el proyecto neoliberal del macrismo, - se llame como se llame y lo encabece quien lo encabece - nunca trae felicidad al pueblo.

¡Felices 356 años Quilmes!