Dolorosa despedida de Martiniano Molina a su amigo, el chef Damián Delorenzi, quien vivía y trabajaba en Rosario, la segunda ciudad del ex Intendente de Quilmes por los lazos con la familia de su esposa, y ciudad donde esta mañana apareció muerto en su casa.

Delorenzi fue quien ale presente a Molina a su actual esposa, Ileana, y un colega con quien había trabajado en innumerables ocasiones. Ambos nacieron gastronómicamente en la escuela del Gato Dumas.

La emotiva despedida de Martiniano Molina, dice:

"Oso, hermano de esta y otras vidas. Como te lo dediqué en mi libro. Se me cayó el mundo. No puedo respirar. No puedo aceptar que te fuiste así. En un abrir y cerrar de ojos. Tengo todo atravesado. Todo es negro, desgarrador y oscuro. Sólo se aclara un poco cuando cierro “lo hojo” (dicho por vos en perfecto rosarino) y veo tu sonrisa pícara de un purrete de 18 años, en la escuela “Gato Dumas” de Rosario, que me dice: quiero ser cocinero, quiero conquistar el mundo, como vos, como el Gato. La pucha si lo hiciste! Lograste todo lo que te propusiste, lo que soñaste. Fuiste auténtico y disruptivo. Amaste e hiciste enorgullecer a todo Rosario. Pero por sobre todas las cosas, a tu hermosa y amada familia y a tus amigos del alma. Me conseguiste en un santiamén el teléfono de Ileana, la mujer más mujer y más bella de la tierra, allá por el 2011. Fuiste nuestro celestino y gracias a vos, llegaron Fede y Pedrito. Y ahora nos quedamos solos, vacíos, sin tu alegría y tu pasión por las brasas. Qué injusticia, por Dios! Explicámelo Dami: cómo seguimos acá sin vos? Tus jodas y tus chistes, quién los va a hacer? Tus abrazos gigantes, quién nos los dará? Tus gritos canallas dónde se escucharán? Dame una señal …por dónde se sigue? Guianos desde arriba, bro. Te lo ruego. Te lo suplico. No vamos a poder sin vos. No queremos vivir sin vos. Allá arriba nos vamos a volver a encontrar. Te lo aseguro. Te despido con honores, infinita admiración y amor eterno. Hasta pronto, hermanito mío rosarino".