El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, le exigió al Gobierno nacional implementar una política destinada al sector productivo para evitar una mayor mortandad de Pymes. Y denunció que desde el inicio de la gestión de Javier Milei se perdieron más de 12.000 compañías.
RESUMEN
- Actividad Económica: En marzo, la economía consolidó su recuperación con un crecimiento interanual del 5,6 %, aunque la caída mensual del 1,8 % sugiere cierta volatilidad tras cinco meses de suba. El primer trimestre marcó la salida técnica de la recesión, pero desde una base comparativa relativamente baja.
Se observan señales de estabilización macroeconómica, con superávit fiscal, cumplimiento de metas con el FMI y fortalecimiento del frente externo. Sin embargo, todavía persisten tensiones sobre el esquema nominal, con inflación alta y un tipo de cambio bajo presión. Hasta el momento, el rebote ha sido sectorialmente desigual: lidera la intermediación financiera (+29,3 %) mientras que, todavía persiste el rezago en sectores intensivos en empleo. El desafío pasa ahora por convertir un rebote estadístico en un crecimiento sostenible y más inclusivo.
- Precios: En mayo, el IPC registró un alza mensual del 1,5 %, la menor en más de dos años, consolidando una desinflación más rápida de lo previsto. La inflación interanual se ubicó en 43,5 %, en línea con el endurecimiento monetario y la estabilidad cambiaria. La moderación se explica por una fuerte desaceleración en los bienes (+0,9 %), aunque persiste la inercia en los servicios (+2,7 %), especialmente en los regulados y en los de mano de obra intensiva. Comunicación, Salud y Restaurantes lideraron las subas, mientras que el Transporte y los Alimentos contuvieron el índice. A nivel regional, se observa una dispersión en los impulsores al alza. El quiebre técnico en el proceso inflacionario refuerza la expectativa de un IPC de junio entre 1,7 % y 2,0 %, aunque será clave vigilar la convergencia del componente núcleo y el regulado para sostener un sendero de estabilización.
- Empleo: El empleo registrado cayó 0,8 % interanual en marzo, con una pérdida neta de 74.811 puestos, aunque se modera el ritmo de destrucción frente al pico de 2024. La contracción se concentró en sectores públicos e intensivos en mano de obra: Administración Pública (-31.792), industria (-18.172) y construcción (-14.413). El número de empresas también retrocedió a 498.495, con fuerte impacto en PyMEs. La tasa de desempleo trepó al 7,9 % en el primer trimestre, con picos del 9,7 % en el GBA y 9,2 % en Córdoba, reflejando los efectos del ajuste fiscal y la baja demanda laboral. Pese a las señales de estabilización macroeconómica, la recuperación del empleo es aún muy débil, con sesgo sectorial regresivo y baja generación neta de puestos formales y registrados.
- Consumo: En abril, las ventas en supermercados crecieron 8,9 % interanual y 0,5 % mensual, acumulando cuatro meses consecutivos de mejora. Sin embargo, el rebote se apoya sobre una base de comparación históricamente baja (abril 2024: -17,6 %), lo que relativiza el alcance real. El consumo mayorista cayó 2,9 % interanual y 3,2 % mensual, lo que refleja una contracción en el canal de comercios de cercanía y señala la fragilidad del consumo masivo. En términos reales, el nivel de consumo aún está lejos de un ciclo expansivo sostenido. Las expectativas también son moderadas: solo el 21,9 % de los gerentes de supermercados prevé mejoras, mientras que la mayoría anticipa estancamiento o deterioro. El consumo sigue mostrando una recuperación estadística más que estructural, con una fuerte dispersión sectorial y una baja tracción sobre la demanda interna.
- Tipo de cambio: Hacia fines de junio, el tipo de cambio se mantiene estable dentro del esquema de bandas ($1.000–$1.400), con el mayorista en torno a $1.165 y el blue apenas por encima, lo que refleja una brecha acotada. La convergencia cambiaria se apoya en la desaceleración inflacionaria, la continuidad del sesgo contractivo y el fortalecimiento de reservas, que superan los USD 41.000 millones. El gobierno busca captar una parte de los USD 200.000 millones fuera del sistema formal para ampliar crédito y anclar las expectativas. El REM proyecta un dólar a $1.204 en julio y $1.322 a fin de año, con una trayectoria gradual. La sostenibilidad del esquema depende del cumplimiento fiscal, la acumulación de reservas y la contención de las eventuales tensiones preelectorales. Si bien el mercado valora la disciplina macro, persisten riesgos por shocks externos o desequilibrios internos.
- Actividad manufacturera: La producción industrial creció 8,5 % interanual en abril, registrando el quinto mes consecutivo de mejora, aunque aún sobre niveles bajos y contra una base de comparación muy deprimida (abril 2024:
-16,5 %). Catorce de los dieciséis sectores relevados mostraron subas, destacándose Muebles (+36,2 %), Maquinaria (+19,6 %) y Alimentos (+9,6 %).
Sin embargo, rubros como Químicos (-0,3 %) y Metales (-7 %) continúan en contracción. El acumulado anual exhibe un alza del 6,7 %, pero las MiPyMEs manufactureras operan aún muy por debajo de estos registros, debido a restricciones de demanda y acceso al crédito. Solo el 30,4 % de los industriales espera mejoras en el corto plazo, mientras que el 69,6 % prevé el estancamiento o deterioro. La recuperación sectorial es apenas parcial, sesgada y con marcada divergencia entre las grandes empresas y pymes.
- Uso de la capacidad instalada: En abril, el uso de la capacidad instalada (UCI) en la industria se ubicó en 56,6 %, apenas 1,7 puntos por encima del mismo mes de 2024, pero aún en niveles críticamente bajos. Tras señales iniciales de recuperación a fines de 2024, el indicador se ha estancado en los últimos cuatro meses, reflejando la fragilidad del rebote industrial. Ocho rubros mostraron mejoras interanuales, liderados por minerales no metálicos (+13,5pp), textiles (+2,5 pp) y automotriz (+4,2 pp). Sin embargo, sectores como químicos (-6,8 pp), tabaco (-6,3 pp) y papel (-2,5 pp) siguen profundizando la contracción. La brecha entre los sectores refleja un patrón de reactivación lento, desigual y todavía anclado en unas expectativas débiles. El nivel general de UCI confirma que la industria continúa rezagada frente al resto de la economía.
- Comercio exterior: En mayo, el superávit comercial argentino cayó a USD 607 millones, frente a USD 2.655 millones en 2024. Las exportaciones bajaron 7,4 % por menores cantidades, mientras las importaciones crecieron 29,4 % impulsadas por bienes de consumo, vehículos y capital. El superávit acumulado anual se redujo a USD 1.872 millones, muy por debajo de 2024.
Con costos altos, restricciones estructurales y pocos incentivos a la exportación industrial, el riesgo de estrangulamiento externo reaparece. Sin un salto exportador, el gobierno depende de financiamiento externo, capitales especulativos y Vaca Muerta, y la sostenibilidad de este esquema es incierta.
- Conclusiones: La economía crece, pero con bases frágiles: el rebote se explica por el agro, el petróleo y el sistema financiero, mientras que el consumo, la industria y el empleo siguen rezagados. La inflación baja, pero no logra reactivar la demanda. Las reservas crecen por deuda, no por exportaciones. La industria PyME sigue en crisis y la recuperación aún no se siente en la mayoría de los hogares. Sin inversión productiva ni mejora del ingreso real, el escenario es de estabilización parcial.