Unos 20 miembros de la Guardia Urbana de Lanús se acuartelaron ayer en la Base Operativa de Seguridad Ciudadana, impidiendo la entrada y salida de vehículos que debían prestar servicio.

La situación se desató luego de que el intendente de Lanús, Julián Álvarez anunciara incrementos de 95 por ciento para el personal y en el medio de una depuración del área. Desde el oficialismo se le apuntó al ex funcionario lanusense Diego Kravetz. Y la situación se descomprimió cuando el Secretario de Seguridad, Sebastián Castillo, se hizo presente en el lugar.