Detectives de la División Homicidios de la PFA comandaron el allanamiento por orden del fiscal Daniel Ichazo en la Iglesia Nuestra Señora del Huerto de San Francisco Solano. El cura Fernando Papa fue imputado por el delito de encubrimiento en el caso que investiga las muertes y desaparición de Lucas Escalante y Lautaro Morello.
Durante el allanamiento, se le incautó a Papa dos teléfonos. E Ichazo sospecha de un vínculo estrecho entre el sacerdote y el comisario Francisco Centurión, por lo que se sospecha que Papa colaboró con Centurión prestándole su auto y su teléfono luego de que el comisario fuera allanado por la PFA en repetidas ocasiones antes de su detención.
Según dejaron trascender, Papa se convirtió en sospechoso luego de varios testimonios que lo apuntaban principalmente por su tarea pastoral en la Policía Bonaerense. Y se sospecha que el cura borró todo el historial de mensajes y audios de WhatsApp enviados por Centurión en su teléfono.