Las universidades públicas nacionales de Argentina se encuentran en estado de alerta ante el recorte de casi 30 mil millones de pesos dispuesto por el gobierno de Javier Milei en enero. Esta medida, sumada al congelamiento del presupuesto 2023 y la falta de aprobación del presupuesto 2024, pone en riesgo el funcionamiento de las instituciones y el futuro de la educación pública en el país.

Rectores, docentes, estudiantes y no docentes se han movilizado en defensa de la educación pública, realizando marchas, protestas y asambleas en todo el territorio nacional. Alberto Barbieri, rector de la Universidad de Buenos Aires, expresó: "Los recortes son un ataque a la educación pública y al futuro del país". Sofía Brambilla, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), agregó: "No vamos a permitir que se destruya este derecho fundamental".

Daniel Bozzani, rector de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), destacó la importancia de la educación pública y se mostró optimista dentro del pesimismo, señalando que "hay cosas que no se pueden destruir". Bozzani hizo un llamado a la defensa de las universidades públicas, subrayando que son un bien común que debe ser cuidado por todos.

En medio de este escenario, la comunidad universitaria profundiza su plan de lucha. Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda, advirtió sobre la posibilidad de cierre de instituciones y la imposibilidad para más de 250 mil estudiantes de concluir sus estudios. Ante esto, se ha decidido profundizar el plan de lucha, acompañando lo resuelto por el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la FUA, con jornadas de visibilizarían y una próxima marcha universitaria nacional el 23 de abril.

La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) también enfrentan desafíos similares. Ambas instituciones se ven afectadas por los recortes presupuestarios, lo que compromete su capacidad para garantizar una educación de calidad y el acceso a la misma para miles de estudiantes.

La crisis de las universidades nacionales requiere una respuesta urgente por parte del gobierno, ya que su futuro y el acceso a la educación superior de todos los sectores sociales están en juego. La educación pública es un pilar fundamental de la sociedad argentina que debe ser garantizado por el Estado.

Quita de subsidios, problemas para los estudiantes

Los recortes de Milei en las universidades están afectando a los estudiantes de diversas maneras.

La eliminación del subsidio al transporte y los retrasos en las becas Progresar están haciendo que muchos de nosotros enfrentemos dificultades para llegar a clases.

La falta de recarga del boleto estudiantil y los constantes aumentos en las tarifas de transporte están obligando a algunas familias a hacer un esfuerzo extra. Esto está complicando nuestra vida universitaria, ya que muchos estudiantes tienen que ajustar sus horarios o reducir la cantidad de materias para ahorrar en transporte.

La incertidumbre sobre el futuro y la dificultad para asistir a clases están poniendo a prueba nuestra capacidad para seguir adelante.

Gastón Sánchez, estudiante de periodismo de la Universidad Nacional de Avellaneda

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