Mirando las paso desde Quilmes, Mayra logró que los vecinos y vecinas valoren su gestión incluso más allá de cuestiones ideológicas y de alineamientos políticos. Reunió voto muy heterogéneo. Mejoró en lugares y sectores que venían siendo esquivos. Se trata evidentemente de una gran elección y más por el contexto general y porque era del orden ejecutivo.
Ahora la tarea es no solo consolidar sino seguir sumando para aumentar el caudal de votos a favor. Entre los ausentes, entre quienes perdieron internas o no pasaron las paso, hay márgenes para seguir creciendo, para convocar más. Hasta las generales no tengo dudas que Mayra va a caminar incluso más que hasta acá.
En términos nacionales, quedo una división de tres tercios casi empatados, con la innegable novedad de Milei. Nos toca como Unión por la Patria canalizar y ser vehículo de expresión para la dinámica de sectores como la juventud, las mujeres, el feminismo, de la cultura, religiosos, comerciantes, empresarios pyme a los que las propuestas de las otras dos opciones les pegaran de lleno negativamente.
Milei lo dice, viene con una motosierra a profundizar la desigualdad. Tenemos que ser capaces de construir una respuesta amplia. No en una campaña de miedo, pero sí en la defensa de la democracia y de los derechos conquistados y del estado como garante de los mismos. El dinamismo en esta etapa lo va a dar el movimiento popular, actores con rol social, no tanto las estructuras partidarias.
Desde el intento de asesinato de Cristina hay pendiente una reacción de la sociedad civil no ya únicamente en términos electorales, sino como reacción social ante lo que se presenta como una ofensiva, una avanzada antisolidaria, basada en el odio y recortar presupuestos, en reducir lo público a la nada. Sin salud, sin educación. Sin pisos básicos de nuestra sociedad.
Por el concejal Ezequiel Aráuz