Familiares de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki repudiaron la libertad condicional que la Justicia le otorgó al ex cabo de la Policía Bonaerense Alejandro Acosta, uno de los asesinos de la Masacre de Avellaneda, de junio de 2002.
“Estamos con bastante bronca porque no se justifica la libertad condicional al ex cabo Acosta. Así actúa la Justicia cuando cubre a los poderosos. A quienes mandan a asesinar”, afirmó Alberto Santillán, padre de Darío.
En tanto, su hermana Mara señaló que “no vamos a bajar los brazos. Voy a seguir peleando por mi hermano. Y por el futuro de nuestros hijos. Si dejan salir a los asesinos a la calle el futuro de nuestros hijos está en peligro”.
Darío Santillán y Maximiliano Kosteki fueron asesinados el 26 de junio de 2002 por el entonces cabo de la Policía Bonaerense Alejandro Acosta Castaño y su jefe, el entonces comisario Alfredo Fanchiotti.
Fanchiotti y Acosta fueron condenados por la denominada Masacre de Avellaneda: Kosteki y Santillán, otras 33 personas recibieron balas de plomo policiales, decenas fueron heridas de distintas formas y unas 200 fueron detenidas, tras una cacería por las calles de Avellaneda.
Años después, el Tribunal en lo Criminal 7 de Lomas de Zamora condenó a Fanchiotti y Acosta a prisión perpetua por los homicidios de Kosteki y Santillán, y por otros siete en grado de tentativa.