
El documento menciona la concentración de la riqueza, el vaciamiento de la producción y el fomento del individualismo como características del modelo económico vigente. También señala que este sistema necesita de la violencia y la represión para imponerse.
La Diócesis expresó su preocupación por la sanción de la "Ley Antimafias" y la "Ley de Blanqueo", que considera que pueden utilizarse para reprimir la protesta social y legitimar fondos de origen incierto.
El documento concluye con un llamado a reflexionar y oponerse a la violencia institucional y los discursos de odio, y a seguir apostando por la vida y la justicia.