
Llamas, quien fuera presidente del Fortín Quilmes y uno de sus fundadores, fue uno de los pioneros más destacados en la región en materia de tradicionalismo, poseedor de pilchas gauchas, cabales y carruajes que siempre han sido premiados y reconocidos fuera del distrito y en diferentes presentaciones y fiestas.

Se trata de un movimiento que busca mantener vivo el valor de los carruajes y la práctica de “atar y pasear”, expresión que refiere a la costumbre de enganchar caballos y salir a recorrer.
Para los organizadores, el encuentro es también un rescate patrimonial. Los carruajes fueron desplazados con la llegada de los autos y la maquinaria agrícola, quedando relegados en galpones o guardados sin uso.
Recuperar su presencia en las calles, asegura, permite transmitir a las nuevas generaciones el modo en que se vivía y se trabajaba en el campo argentino.
