En Quilmes, pleno cordón Conurbano, donde el PJ manda casi siempre, se ha desatado de manera -por ahora- muy subterránea, una feroz pelea por la fiscalización del candidato libertario, Javier Milei.

Este puja se da entre sectores del PRO, donde hay dos grupos que buscan quedarse con el control del comicio el domingo 19 de noviembre, y con ello la bolsa.

Dentro de pocos días, más cerca de la elección, aterrizarán en el distrito quilmeño varios millones de pesos para la logística comicial, una interesante caja que parece que nadie está dispuesto a ceder "gratuitamente". Los cálculos preliminares hablan de no menos de 350 mil pesos por escuela, en promedio.

Lo que ya se sabe es que la "jefatura" de la fiscalización no lo harán los propios libertarios locales, sino que se digitó que lo llevarán adelante los amarillos más puros con llegada arriba. Como dato de color hay que mencionar que esta discusión nació cuando los máximos referentes se cada uno de esos espacios en pugna se encontraban fuera el país. Uno en la playa, y el otro en Europa.

"Esto es corto, es plata o mierda", coinciden de ambos lados.

Y todos juran que en caso de quedarse afuera de la repartija de los millones en pugna, el vuelto "será letal".

Se pone picante.