Milei, el “mesías” de los libertarios y los anarcocapitalistas comienza a representar una nueva sociología popular y un nuevo electorado a tener muy en cuenta, y lo explica con gran precisión: “En el mundo actual, un trabajo es un teléfono, el dinero fluye vía Mercado Pago, el Estado es algo que estorba, que quiere sacarte plata o tenerte encerrado. A la clase trabajadora no la representa ni Moyano ni los sindicalistas: el proletariado actual son los Rappi, los Ubers, los Pedidos Ya, los jóvenes programadores que ganan dólares afuera y se acostumbran a operar con cuevas para que Alberto no les saque el 50% de lo que ganan, los youtubers que tienen en la red su fuente de dólares, los operadores de criptomonedas, las chica y chicos de Onlyfans o los que venden por Instagram. Se ven a sí mismo como emprendedores, porque saben que todo lo que ingrese en su app de Mercado Pago se lo ganaron con esfuerzo, por las suyas, y que nada fue “gracias a Perón”. Perón no regala bikes ni likes”.
Este nuevo ciudadano anhela que se levante el cepo, está harto de pagarle al fisco y no considera que sus impuestos se traduzcan en servicios: “La policía no los protege de los malhechores y la clase política gobierna para sí misma en un silo de cristal. Hay todo un sector de la Argentina productiva que funciona, virtualmente, como un no-Estado; ¿Cuál sería el punto, entonces, para continuar la farsa del Estado? Milei es la Greta Thumberg de la inflación argentina, y sus modos desaforados empatizan con el hartazgo de los trabajadores reales, invisibles al aparato de la clase política tradicional”.