La vida en la plataforma offshore Fénix, ubicada en el Mar Argentino, cerca de Tierra del Fuego, es de película. La plataforma es operada por TotalEnergies y produce gas natural licuado para la red nacional. Se trata de una zona donde viven poco mas de 130 personas aisladas en la plataforma offshore más austral del planeta
La plataforma es un entorno único y desafiante, con condiciones meteorológicas extremas y un aislamiento total. Los trabajadores, en su mayoría hombres, viven y trabajan en la plataforma durante un mes, seguido de un mes de descanso.
En una nota aparecida en La Nación días atrás sus habitantes destacan "la complejidad y el desafío de trabajar en una plataforma offshore", así como la dedicación y el compromiso que hay que tener. También se enfoca en la vida cotidiana en la plataforma, incluyendo la rutina diaria, la comida y el esparcimiento.
Entre los valientes trabajadores está Gabriel Cid, de 30 años, un supervisor de catering argentino, perteneciente a la reconocida firma Grupo L .
Gabriel en la entrevista brindó detalles de la parte, si se quiere, màs esperada y celebrada por los habitantes de la plataforma. “Se mueren por el asado”, dice.
"La cocina de la plataforma es un santuario en donde se fortalecen los vínculos y los trabajadores del mar se alejan por un momento de la rutina agotadora de la perforación. Está abierta todo el día por los diferentes horarios de los turnos. Siempre se ven grupos, o solitarios, comiendo a deshora. Cada diez días llega un barco con insumos. Las frutas y verduras vienen desde Comodoro Rivadavia. La carne y todo lo demás, desde Buenos Aires", cuentan los colegas de La Nación.
“El comedor es una burbuja de humanidad”, grafica Cid. “Acá todos se relajan”, agrega. ¿Cómo hacer para dejar satisfechos a hombres y mujeres de 22 diferentes nacionalidades? Cid lo simplifica: “Hacemos un menú muy argentino, a todos les gusta”, dice. La propuesta es de calidad. La empresa responsable es la misma que tiene a cargo los espacios gastronómicos del Teatro Colón: Grupo L. “Empanadas, milanesas y papas fritas”, cuenta Cid, son los platos más celebrados. "El flan es el postre que más piden”, dice. El clima, impiadoso, obliga a incluir guisos. Un clásico: el locro en días patrios. "Los extranjeros lo miran con desconfianza, pero lo prueban y les encanta”, cuenta Cid. Hay cuatro servicios en el día, el desayuno es desde las 5 hasta las 7 y es fundacional: huevos fritos y revueltos, panceta, papas fritas, fiambres, facturas, panes, cereales y lácteos. El almuerzo, de 11 a 13, y la cena en dos turnos, de 17 a 19 hs y de 23 a 1 AM. Siempre se ofrecen dos tipos de carne, ensaladas, guarniciones y menú vegano. Cuando alguien cumple años, se le hace una torta y se lo festeja. Están analizando el menú navideño: la perforación no se puede detener. "Nos faltará vitel toné", anticipa Cid, que tiene esposa y dos hijos. "Lo más difícil es estar lejos de ellos", confiesa.