La mediática abogada Mónica Frade, siempre se ha presentado como una paladín de la lucha contra la corrupción; aunque hay actos en su vida política que no la colocan justamente en ese plato de la balanza de la justicia.
Frade ha usurpado para usufructo personal el viejo local del Partido Socialista, ubicado en la calle Hto Primo 244 de Quilmes; ha promovido –y patrocinado- tomas de tierras privadas que luego eran vendidas ilegalmente; y ha contratado servicios de espionaje ilegal, violando el Código Penal y la Ley de Inteligencia.
Pero además ha llevado adelante maniobras corruptas contra el Estado Nacional similares a las que ahora se le atribuyen a las organizaciones “piqueteras”, y por las cuales muchos de esos cuestionados dirigentes están siendo sometidos a procesos penales.
Esta nota reproduce un trabajo periodístico que fue publicado en el año 2005 en el periódico “Verdad e Investigación” en el cual la señora Petrona Aranda -´presidente de la Sociedad de Fomento “Enrique Muiño” de Quilmes Oeste; denunció que le falsificaron la firma en un acta para un convenio que tenía como objetivo obtener fondos del programa FOPAR, que llevaba adelante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación por un monto de 56.527 pesos (equivalente a unos 20.100 dólares de entonces)
Según Aranda, Mónica Frade, Victor Zawistowiski y Julia Merediz le falsificaron la firma en un acta para conformar una organización llamada “Comunidad, Organización y Autogestión” que tenía dirección oficial en el local que Frade usurpó al PS en Hto Primo 244 de Quilmes.
“Como ninguno de ellos tenía una entidad que realmente tuviera trabajo social, incorporaron a la sociedad de fomento mía, que teníamos comedor y talleres de costura” –indicó Aranda oportunamente.
El convenio que se exhibe a la derecha de la imagen muestra claramente como el trio sospechado de la maniobra, marginó a Aranda a la hora de suscribir oficialmente el convenio lleva la firma de Mónica Frade, Victor Zawistowiski y Julia Merediz, cuando el Acta (ver izquierda) cuenta con la falsificada firma de Aranda.
Frade se presentaba por entonces como Coordinadora de la Defensoría Integral del Menor y la Familia, una sigla que daba a entender que se trataba de una dependencia oficial, aunque no era más que uno de los tantos “sellos de goma” creados a lo largo de su carrera política para tratar de tener relevancia.
Antes había sido el Comité de Solidaridad con Cuba, el FRENAPO y después la Casa de los Derechos Humanos. En todas Frade presidía, pero se ignoraba quien o quienes la acompañaban en las comisiones directivas.
De acuerdo al convenio, la organización “Comunidad, Organización y Autogestión” se comprometía a dar de comer alimentos de “Calidad calórica y nutricional en cada prestación alimentaria” en el comedor de la Sociedad de Fomento “Enrique Muiño”, que presidía Aranda quien era totalmente ajena a lo que los otros tres habían firmado.
“A mi nunca me dieron un solo peso. No recibía nada, ni siquiera alimentos. Me enteré de este convenio cuando fui a tramitar un subsidio al Ministerio para el taller de costura y me lo negaron porque me dijeron que ya recibíamos dinero del FOPAR” – declaró Petrona Aranda, quien denunció ante las autoridades la falsificación de la firma en el acta.
La dirigente fomentista contó que entre septiembre y octubre de 2001 la visitó Victor Zawistowiski. Para entonces ella se había hecho de la documentación que exhibimos, por lo cual lo interrogó y le exigió que le dijera quien y para qué le falsificaron la firma.
Zawistowiski le quiso explicar que lo hicieron “para ayudarla” y que había sido “todo de apuro”. También le pidió que retirara la denuncia y le prometió que –cuando cobraran los fondos- ella iba a recibir su parte.
Petrona Aranda se negó tanto a retirar la denuncia como a aceptar cualquier tipo de dinero de los sujetos a los que había acusado.
La maniobra de Frade y sus acólitos no difiere en nada de las que se han conocido este año y por las cuales están procesados varios dirigentes “piqueteros”, entre ellos Patricia Iribarne y Fabio González del Movimiento Evita quienes falsificaron la firma de responsables de comedores comunitarios para conseguir dinero oficial que luego terminaba en sus cuentas bancarias; o Juan Grabois; que solicitaba subsidios para entidades que no existían.
Patrona Aranda nunca supo si Frade y los suyos cobraron algo o el total de los más de 20 mil dólares que le pidieron al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Dos año más tarde la citaron para que ratificara la denuncia pero sin darle muchas explicaciones. Era el año 2003 y ya gobernaba Néstor Kirchner. Un tiempo después el “piquetero” Luis D´Elia, asumía funciones en el Ministerio. D´Elia había sido el candidato a gobernador del Frente “Cambia Buenos Aires” del que Frade fue candidata a primer concejal, en la boleta que llevaba a la intendencia al reconocido dirigente montonero, Nicolás Barrionuevo.
Fuente QuilmesAhora