El gobierno del presidente Milei nos propone, como meta ideal, volver a la Argentina de hace cien años, o sea la década de 1920/30.

Una Argentina donde el 5% de su población era inmensamente rica (con terratenientes agrícola/ganaderos propietarios de decenas o cientos de miles de hectáreas de los mejores campos existentes en el núcleo de la Pampa Húmeda ( Buenos Aires, Santa Fé y sur de Córdoba).

Un 10% de su población qué oficiaban de administradores, empleados de confianza, profesionales o mucamos calificados de ese 5% excesivamente rico y qué por lo tanto tenían cierto acceso a un nivel de vida más acomodado, como dice un viejo dicho popular "Podían mojar el pan en el Guiso".

Pero el resto, o sea, un 85% condenados a vivir una existencia sin acceso a ningún tipo de ascendencia social, solamente en el mejor de los casos con estudios primarios, cuándo no semianalfabetos, con oficios mal remunerados, campesinos explotados por los patrones de las estancias, hombres sin derechos sociales y pocos derechos cívicos y mujeres sin ningún tipo de derecho ( ni votar aunque hubiera fraude electoral podían ).

Esté 85% pobre no tenía posibilidad de acceder a ningún lugar destacable de la sociedad. Ni a las decisiones políticas, ni a las instituciones militares, religiosas, universitarias, comerciales, empresariales ni científicas.

Una Argentina donde el 85% de su población tenía ( con suerte) el mismo oficio y destino qué su abuelo, sus padres y donde sus futuros hijos no correrían seguramente mejor destino.

Esto con suerte, sino pasaban a engrosar las filas de los desocupados hacinados en miserables conventillos donde uno trabajaba y cinco miseriaban secando yerba de ayer al sol.

El proyecto de País qué nos propone el presidente Milei pone como meta ideal esa Argentina de 1920/30.

El gobierno existente lo dice con todas las letras y absoluta claridad : Después de Roca y Alberdi No existió nada bueno para la Patria.

Para ellos Perón no hizo nada, Yrigoyen menos, ni hablar de Mosconi, Savio, Hussein, Favaloro etc etc, ni desarrollo siderúrgico, energía atómica, flota marítima, industria pesada y liviana etc.

Nada de nada, solamente populismo nefasto.

La verdadera discusión no es si la macroeconomía puede mejorar ( déficit fiscal, inflación, tipo de cambio etc).

Porqué un País no se mide por su superávit fiscal solamente, sino por el nivel y calidad de vida de sus habitantes.

De qué sirve un supuesto superávit financiero (Si lo hubiera) si dicho superávit se lo reparten solamente entre un 5% de su población y sus acólitos de turno.

La discusión real debiera ser : Cuál es el tipo de sociedad qué pretendemos para nosotros y nuestros hijos??.

Queremos, en serio, una sociedad como la de la generación de 1930 ?? , sin clase media ?? Sólo muy ricos y un 10% qué los acompañen aunque sea de lejos??.

O queremos un País con una gran clase media qué por medio de su trabajo y su esfuerzo tenga la posibilidad de superarse y tener acceso a profesiones y trabajos dignos.

Está es la disyuntiva principal ¿ Queremos un País como tantos otros de América del Sur, centro, Caribe o Africa? O ¿ Queremos vivir en una sociedad donde el hijo de un trabajador pueda convertirse en un profesional o un emprendedor.

No olvidemos el apotegma qué nos dice " Nadie se realiza en una sociedad qué no se realiza".

No existen las salvaciones individuales , en sea casó prevalece el " Sálvese quien pueda".

Armando Bertolotto-Presidente Frente Renovador Avellaneda