
Desde nuestro gremio sabemos bien lo que significa sostener los servicios públicos en condiciones adversas. Sabemos del esfuerzo cotidiano de cada trabajadora y trabajador municipal: en los hospitales, en las escuelas, en la recolección, en la administración, en el territorio. Sabemos que, aún cuando faltan recursos, nunca falta compromiso. Y ese compromiso es el que nos da fuerza para seguir luchando.
Este año nos encontró nuevamente en la calle, defendiendo lo que es nuestro. La última gran movilización contra la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional fue una muestra clara de que el movimiento obrero argentino sigue vivo, organizado y dispuesto a dar pelea. Allí estuvimos, codo a codo con otros gremios, con organizaciones sociales, con jubilados, con jóvenes, diciendo con claridad que no vamos a aceptar reformas que avancen sobre nuestros derechos, que precaricen el trabajo y que pretendan hacernos retroceder décadas en conquistas históricas.
No fue una movilización más. Fue una señal política y social contundente: los derechos laborales no se negocian, se defienden. Y se defienden colectivamente. Porque ningún derecho fue jamás un regalo; todos fueron el resultado de la lucha, la organización y la solidaridad entre trabajadores.
Sabemos que el contexto no es sencillo. Sabemos que se intenta disciplinar al movimiento sindical, desprestigiar la militancia y sembrar resignación. Pero también sabemos, por nuestra propia historia, que cada vez que intentaron doblegarnos, supimos responder con más unidad, más conciencia y más organización.
Por eso, este saludo de fin de año no es solo un balance: es una convocatoria. Una convocatoria clara, firme y convencida a seguir militando el sindicato, a participar, a formarse, a defender cada puesto de trabajo y cada derecho conquistado. Militar no es una mala palabra; militar es comprometerse con el otro, es entender que nadie se salva solo, es construir futuro colectivo.
El año que viene nos encontrará nuevamente de pie. Con debates, con diferencias, pero con un rumbo claro: defender el trabajo municipal, fortalecer el Estado al servicio del pueblo y garantizar condiciones laborales dignas para todas y todos. Nuestro gremio va a seguir siendo una herramienta de lucha, de contención y de esperanza.
A cada afiliada y afiliado, a sus familias, a las y los compañeros que día a día sostienen esta organización, les agradezco profundamente el acompañamiento, la confianza y la entrega. Que este fin de año nos encuentre unidos, con memoria, con organización y con la certeza de que la lucha vale la pena.
Porque el futuro no se espera: se construye. Y se construye luchando.
¡Feliz fin de año, compañeras y compañeros!
Con unidad, organización y lucha, siempre.
Daniel Aversa
Sec. Gral. SUMA