Cáritas Argentina y el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) de la Universidad Católica Argentina presentaron el Informe Radiografía de la pobreza en Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza, en el marco de la Colecta Anual de Cáritas que se realizará este fin de semana, el sábado 8 y domingo 9, bajo el lema “Tu solidaridad es esperanza”.

La presentación tuvo lugar en el Centro Comunitario San Pedro Claver, de Cáritas Quilmes, y participaron Mons. Carlos Tissera, Obispo de Quilmes y Presidente de Cáritas Argentina; Eduardo Donza, Investigador y Coordinador de Desarrollo de Datos, especialista en Trabajo y Desigualdad del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA; Sofía Zadara, Licenciada en Trabajo Social, Directora Ejecutiva de Cáritas Argentina y Karen Burgos, Trabajadora Social a cargo del acompañamiento de la Red de Centros Comunitarios de Itatí, Solano y Quilmes.

Los datos que presentó Eduardo Douza del ODSA, en Alimentación se destacó que 3500 son los centros que Cáritas tiene en todo el país, 1 de cada 4 habitantes sufre inseguridad alimentaria, 10% de la población debe “ajustar” sus comidas, 15% sufre privaciones alimentarias severas.

Focalizando en el Conurbano Bonaerense, el informe señala que el 26% padece inseguridad alimentaria, 10% privaciones severas, 50% de los NNA (niños, niñas y adolescentes) menores de 18 años asiste a comedores tanto de colegios como de organismos como Cáritas y otros.

Sobre Educación: 1 de cada 4 de niños de 3 a 5 años de edad no concurren en forma sistemática al Preescolar, 4% no concurren sistemáticamente a clases en Primaria, 1 de cada 10 adolescentes no concurren al colegio Secundario, 35% no termina el Secundario porque debe ir a trabajar

Al tratar el tema Trabajo, se detallò que el 35% de trabajadores en blanco viven en hogares en situación de pobreza, 50-60% de trabajadores precarizados/no registrados viven en esas mismas condiciones, 35% de los trabajadores pertenece a un sector dinámico y productivo de la economía, 15% está trabaja en el sector público, 50% trabaja en un sector informal de la economía: aquí se ubica el 30% de los trabajadores de la economía social.

El obispo Carlos Tissera recordó la importancia de la colecta para sostener los proyectos de los 3 mil 500 centros de Cáritas en todo el país. "Cáritas no es sólo la ayuda alimentaria, que es muy importante. Fundamentalmente Cáritas quiere hacer ver que somos seres humanos, no somos cosas. El pobre es un ser humano, con su dignidad. Y Cáritas quiere ser eso, hacer ver que tanto un niño, como un joven o un anciano, viva donde viva, vale por lo que es: un ser humano”, dijo. "Hablar de Cáritas es hablar de la capilaridad de la Iglesia: tenemos más de 40000 voluntarios, personas humanas ayudando a seres humanos. Hacemos frente a una sociedad que tiende al individualismo”.

Mientras que Sofía Zadara habló sobre la tarea que día a día lleva adelante Cáritas, especialmente en los barrios más pobres, tratando de dar respuestas de promoción humana a muchas problemáticas sociales que son complejas. “Más de medio millón de personas reciben alimentos de Cáritas todos los días.  Cáritas lleva programas de educación, primera infancia, trabajo, hábitat, integración de barrios populares, gestión de riesgos y emergencias, la respuesta alimentaria y el desarrollo institucional de todas las Cáritas del país destinados a la formación para seguir sosteniendo “esta misión que día a día es un servicio concreto y cercano”. "Somos testigos de lo que pasa en los barrios, de la esperanza que mueve a nuestros equipos, esa esperanza que las comunidades más pobres nos enseñan y nos contagian. Y eso nos permite pensar en un mundo mejor”, señaló.

Hizo además un recorrido de los programas de Cáritas: acciones que se llevan adelante en materia de Respuesta Alimentaria, la creación de espacios educativos:  “espacios comunitarios con equipos, con voluntarios preparados para acompañar la terminalidad educativa escolar”, tanto de niños y adolescentes como de adultos, “para abordar la alfabetización en edad temprana a través de una metodología específica” y para acompañar los estudios universitarios de los jóvenes a través de becas que los ayuda a sostener su carrera. Y sobre Primera infancia, Zadara explicó el cuidado que se brinda a mujeres embarazadas y a niñas y niños de hasta 6 años. “Queremos priorizar el acompañamiento en esos primeros 1000 días, por el estado de vulnerabilidad de esa etapa, donde tienen que hacerse controles y en muchos lugares el sistema sanitario no da abasto. Acompañamos en estos temas, a más de 2000 familias con este programa”, dijo.

En los datos que dio Eduardo Donza, se puede detallar que debido a la situación económica "hay rostros, hay familias pobres o indigentes que experimentan hambre y una mal alimentadas; hay desocupados que no pueden acceder a un trabajo de calidad o trabajadores sobreocupados pobres; hay madres que no pueden satisfacer las necesidades de crianza de sus hijos, dada la escases de recursos y de tiempo de vida que genera la pobreza; hay jóvenes que no pueden insertarse laboralmente, o que no pueden terminar los estudios que desearían; hay niños que les cuesta la integración y bebés que ven cercenadas sus necesidades de desarrollo, tanto a nivel psicológico como a nivel físico, por las falencias en los primeros años de vida", destacó.

“Generamos espacios de trabajo que dan soluciones a necesidades, no sólo personales sino también comunitarias. Es una opción para crear redes de personas, organizaciones, familias, porque genera bienes en la comunidad y permite el desarrollo local” Así, se promueven cooperativas, emprendedores, unidades productivas -que a nivel nacional tenemos más de 1.000-, líneas de microcréditos y bancos de herramientas, señaló Zadara.

En referencia al “flagelo de la droga” Zadara afirmó que “en los barrios populares el deterioro que produce es mucho más complejo, porque destruye todo: los vínculos, la posibilidad de un proyecto de vida. Se quitan las oportunidades del entorno y dejan cada vez más espacio al narcotráfico. Allí empieza la vinculación con las armas, con los delitos, además de la cuestión del consumo problemático de sustancias y la violencia familiar”.  “Desde Cáritas, explicó, acompañamos las adicciones desde un abordaje pastoral y comunitario. Esto es, nos centramos en la persona y en ese trabajo nos apoyamos en los Hogares de Cristo, impulsados por el entonces Cardenal Bergoglio y articulamos el trabajo con la Pastoral de Drogodependencia. Tenemos 250 centros barriales en todo el país donde ´recibimos la vida como viene` como decimos, donde damos una respuesta integral, apoyados por la Sedronar a partir de un programa de Casas de Acompañamiento Comunitario”.