La "Calle 90" en el kilómetro 65 de la Ruta 2, en el partido de La Plata, se ha convertido en un símbolo de promesas incumplidas y abandono. Lo que por décadas se planteó como una conexión vital entre La Plata y la Ruta 2 para facilitar la circulación en la zona, hoy es un sendero intransitable que genera graves problemas a los residentes de la región.


Un Acceso en Ruinas y el Sufrimiento de los Vecinos

A pesar del notable crecimiento de la zona, con el desarrollo de barrios como Haras del Sur, Miralagos y Área 60, que han logrado construir sus propios accesos, la Calle 90 ha quedado en el olvido. El camino, de apenas 1200 metros, carece incluso de tosca para su tránsito, transformándose en un lodazal intransitable con cada lluvia. La situación llegó a un punto crítico recientemente, cuando un vehículo quedó atrapado y, al intentar ser rescatado por una grúa, esta también sucumbió al barro.
Los principales afectados son los residentes de "Campos de la Enriqueta", un barrio que, a pesar de prometer 350 lotes vendidos, cuenta con solo unas 25 casas. Sus habitantes, entre los que se encuentran familias, menores, personas con discapacidad y trabajadores, enfrentan a diario el riesgo de transitar por este camino, dañando sus vehículos y exponiendo su salud y seguridad.

Reclamos Sin Respuesta y Obstáculos Adicionales

A pesar de los múltiples reclamos realizados al Municipio de La Plata, a la Provincia de Buenos Aires y al desarrollador de Campos de la Enriqueta, la respuesta ha sido nula. La falta de inversión en estos 1200 metros contrasta con las acciones recientes de clausura del acceso a la Calle 90 desde la mano de la Ruta 2 que va hacia Mar del Plata. Ahora, para ingresar, es necesario recorrer 600 metros adicionales y realizar un giro en "U" extremadamente peligroso.
Esta situación genera indignación entre los vecinos, quienes observan cómo se destinan recursos para cerrar y obstaculizar el paso, mientras la mejora de un tramo tan corto y esencial sigue siendo postergada. La comunidad teme que, hasta que no ocurra una fatalidad, la problemática de la Calle 90 no será abordada con la seriedad que merece.