El reciente auge en el uso de la tarjeta de crédito en Argentina es un reflejo de las complejas tensiones y estrategias de una economía en transición. Mientras el uso de tarjetas de débito disminuyó, el crédito aumentó, evidenciando una división en cómo los argentinos manejan sus finanzas. Por un lado, muchos la utilizan como una herramienta de supervivencia para llegar a fin de mes, mientras que otros la ven como una oportunidad para realizar compras estratégicas en un contexto de inflación.

La Tarjeta como Salvavidas Financiero y Motor de Consumo

La principal razón detrás del crecimiento del crédito, según una encuesta de Cadena3.com, es la dificultad para llegar a fin de mes. Con la inflación erosionando el poder adquisitivo, la tarjeta de crédito se ha convertido en un salvavidas para financiar gastos esenciales. El Centro de Almaceneros de Córdoba confirma esta tendencia: un 88,9% de los consumidores recurrieron a algún tipo de crédito para compras básicas, una cifra que se mantiene casi idéntica al año anterior.
Sin embargo, hay otros factores que impulsan el uso del crédito. Las promociones y descuentos de hasta el 40%, junto con la posibilidad de pagar en cuotas, explican un 13% de las respuestas en la encuesta. Esto sugiere que para una parte de la población, el crédito es una herramienta para optimizar sus gastos. Además, la facilidad de las compras online (19%) y un aumento de la confianza en la economía (10%) también contribuyen a este fenómeno. Este uso estratégico del crédito se ve reflejado en el crecimiento de las ventas de bienes durables, como las motos.

Riesgos y Señales de Alerta

Este aumento en el uso del crédito no está exento de riesgos. El informe del Banco Central muestra un incremento en la morosidad, que pasó del 1,9% al 3,8% en tarjetas de crédito y del 4,1% al 5,6% en préstamos personales. Aunque estos porcentajes siguen siendo relativamente bajos, son una señal de alerta. Indican que, si bien el crédito está en auge, la capacidad de pago no siempre acompaña, y la línea entre aprovechar una oportunidad y caer en una trampa de deuda es cada vez más delgada.

Conclusión

El resurgimiento de la tarjeta de crédito en Argentina es un reflejo de una sociedad dividida. Por un lado, está la Argentina de la necesidad, que se financia para cubrir gastos básicos. Por el otro, está la Argentina de la oportunidad, que usa el crédito para aprovechar descuentos y adquirir bienes a largo plazo.
La pregunta que queda en el aire es si este fenómeno es un síntoma de una incipiente reactivación económica o un espejismo que oculta una realidad financiera aún frágil. Mientras tanto, el plástico reina, y los argentinos, entre la necesidad y la oportunidad, siguen apostando a su próximo vencimiento.