

En ese lugar efectuaron grafitis sobre una lona con la leyenda comercial ubicada en la ochava del local, para luego arrancarla y destruirla. También patearon con fuerza la cortina metálica del comercio, dejándola 
Lo increíble de la situación es que a pesar de tratarse aparentemente de menores de edad, los adultos responsables se han negado a asumir los daños ocasionados, ofreciendo distintas excusas e incluso insinuando que el propio comerciante habría dañado su cortina.
No se trató de un hecho aislado: en el recorrido otros vecinos también sufrieron daños y grafitis en las fachadas de sus viviendas.