“Pusimos en marcha un nuevo protocolo en la Ciudad a partir de la alerta amarilla por la tormenta de Santa Rosa, funcionó muy bien, estamos satisfechos con los resultados”, dijo Jorge Macri. El Jefe de Gobierno supervisó esta mañana en el Centro de Monitoreo Urbano de Chacarita el despliegue de 2.800 operarios desde hace 36 horas.
Acompañado por el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, Jorge Macri explicó que “las 5 estaciones de bombeo de la Ciudad estuvieron activas porque esta tormenta convivió con una sudestada y el Río de la Plata estuvo más alto. Además, funcionaron muy bien los protocolos para que los paso bajo a nivel no estuvieran anegados”.
Aumentar la capacidad de respuesta de la Ciudad frente a eventos climáticos es una prioridad de la gestión. El operativo de prevención se desplegó apenas se emitió la alerta amarilla por las tormentas. “Todas las medidas que tomamos nos permitieron enfrentar esta alerta amarilla mucho mejor que en otras ocasiones”, cerró el Jefe de Gobierno.
Entre ayer y hoy hubo vientos de hasta 70 km/h y llovieron 100 milímetros, 30% más que la media prevista para todo el mes de agosto. No se registraron anegamientos y se resolvieron rápidamente las obstrucciones de algunos sumideros. Hubo 17 reportes sobre árboles o ramas caídas.
El Río de la Plata alcanzó una crecida de 2,35 metros por la sudestada y donde más se sintieron las lluvias fue en los barrios de Palermo, Belgrano y Parque Chas.
En el operativo intervienen las áreas de Espacio Público e Higiene Urbana, Defensa Civil, Guardia de Auxilio, Cuerpo de Bomberos, Bomberos Voluntarios y agentes de Tránsito, de Orden Público y de gestión comunal.
Las cuadrillas del Gobierno porteño utilizan camiones desobstructores y camionetas para el mantenimiento de la red pluvial y las estaciones de bombeo. Los 32 pasos bajo nivel se monitorean a diario, esto incluye sumideros, sala de bombas, instalaciones eléctricas, mecánicas e hidráulicas, y grupos electrógenos.
Y se mantienen diariamente las 5 estaciones de bombeo Boca-Barracas, Vega, Vega II, White y Maldonado, lo que permite evitar anegamientos y aislar determinadas cuencas del Río de la Plata o Riachuelo en una sudestada, esta vez combinada con la tormenta de Santa Rosa.
Las acciones preventivas incluyen la limpieza y el mantenimiento diario de 30 mil sumideros, 10 mil bocas de registro y más de 840 kilómetros de conductos subterráneos de la red pluvial para permitir el libre escurrimiento de las aguas.