
El informe de la consultora Ecolatina subraya que, pese a la reactivación, el mercado laboral se deteriora. El nivel de empleo se ubicó en el 44,4%, apenas 0,1 puntos por encima del 1T de 2024. No obstante, este ligero crecimiento de la ocupación se sostuvo a expensas de un profundo cambio en su composición, orientado hacia la precarización.
El Auge del Cuentapropismo y la Informalidad
El crecimiento del empleo fue impulsado principalmente por el cuentapropismo, que aumentó un 9% interanual. Esta expansión coincidió con una contracción en el empleo de calidad: el asalariado formal se redujo un 2,5%.
Esta dinámica se refleja directamente en el aumento de la informalidad laboral: la tasa pasó del 40,8% de la PEA en el primer trimestre de 2024 al 42% en igual período de 2025. Asimismo, se registró una fuerte caída del empleo público, que descendió del 7,9% al 6,9% del total de ocupados.
La elevada Tasa de Actividad (48,2%), que creció 1,1% respecto al 1T de 2024, sugiere que cada vez más integrantes de los hogares se ven obligados a incorporarse al mercado laboral para sostener los ingresos familiares, elevando la presión sobre la demanda de empleo y, consecuentemente, sobre la tasa de desempleo.
Desempeño Regional Dispar y Expectativas Negativas

En contraste, los partidos del Gran Buenos Aires y, notablemente, el Noroeste, compensaron parcialmente el deterioro. El Noroeste fue la única región que mostró una reducción significativa de desocupados con una caída del 15,3% interanual.
El escenario se complica con las perspectivas empresariales, que no son alentadoras. El informe de expectativas del INDEC para el IPI manufacturero indica que el 29,0% de las empresas industriales prevé una reducción en su dotación de personal para el segundo trimestre.
Los analistas explican el desvío del desempleo (superior al 7,0% proyectado por el REM) como un posible "efecto rezagado de la recesión", donde las empresas ajustan el personal tardíamente. Además, la mayor apertura de importaciones es señalada como un factor que limita la capacidad de generación de empleo, particularmente en sectores sensibles como la industria textil y tecnológica, lo que llevó a la participación de la industria en el empleo total a descender del 11,4% al 11,0%.
El desempleo sube otra vez; ahora escaló al 7,9% de la Población Económicamente Activa