Parece mentira, pero el emprendimiento de los hermanos Grasso como cara más visible no para de generar controversias, polémicas y cuestiones que rozan la ilegalidad. Esta vez no se trata de incumplimientos impositivos o deudas millonarias con ARBA en el barro cerrado, sino algo más mundano pero no por eso liviano, sino todo lo contrario.
Esta vez, el centro de la ilegalidad es el edificio de oficinas del Nuevo Quilmes Plaza (NQP), que maneja Marcelo Chane, un hombre de zona norte que parece desconocer las reglas del sur del Conurbano.

BOLICHE ILEGAL

En ese complejo, en el piso sexto armaron un boliche a todo trapo, con entrada y consumiciones incluidas. Y como reza su publicidad llegaron "para quedarse"...
Incluso el lugar se promociona abiertamente. Testigos y fuentes de NQP que pudo consultar este medio, señalaron que se junta muchísima gente y no existe ningún tipo  de controles o seguridad.

Desde la Municipalidad de Quilmes, consultados por El Suburbano, señalaron en off que en la semana le pedirán explicaciones a la gerencia del Nuevo Quilmes Plaza sobre lo acontecido y los permisos para realizar este tipo de eventos bailables.
Incluso varios inquilinos de costosas y grandes oficinas, enterados del asunto, se mostraron sumamente molestos y preocupados por esta actividad que no estaba en los planes de casi nadie. Solo de los dueños del circo.

“Nosotros vivimos levantando quejas de todo tipo”, señaló un inquilino.
Se supo además que la terraza del lugar no posee ningún tipo de habilitación municipal, hecho que ante cualquier siniestro tampoco habría resortes legales que puedan contenerlo.