
“Este desastre ambiental provocado por el negocio inmobiliario sucede a pesar de las denuncias realizadas con anterioridad y la vigencia de resoluciones judiciales que le impiden a Puerto Nizuc proceder de esta manera. Nos preguntamos entonces: ¿Dónde están las autoridades municipales que no actúan para que se respeten los derechos de los ciudadanos a la libre circulación en lugares públicos? ¿Dónde están las autoridades del Ministerio de Ambiente, ya enteradas de anteriores anomalías y comprometidas a actuar? Esto no es nuevo, como tampoco son nuevas las denuncias realizadas por un grupo de organizaciones ambientales de Berazategui, pues ya viene sucediendo desde que levantaron el puente peatonal sobre el arroyo Grande”, señalaron.
Finalmente, los ambientalistas dejaron claro que “Hay una sola conclusión: a nadie, salvo a la gente, le interesa hacer respetar los derechos ciudadanos y cuidar lo poco que queda de bosque nativo y humedales en la ribera de Hudson. Este hecho y otros que se vienen repitiendo desde hace más de 15 años, solamente se podrán detener con una activa participación social que les impida a los poderosos de siempre, y sus cómplices, violar los derechos del pueblo”.