La digitalización de rayos para el Oller implica un cambio profundo en la forma de obtener, almacenar y compartir las imágenes diagnósticas: sustituir las placas radiográficas tradicionales por imágenes digitales; incorporar equipos de radiología digital y un sistema informático para el almacenamiento y visualización, e integrar las imágenes al sistema de Historia de Salud Digital (HSI) , lo que permite acceso ágil por parte de los profesionales.
En cuanto a los beneficios que conlleva para el hospital, esto se traduce en ahorro en insumos, ya que elimina el uso de placas, líquidos reveladores y material fotográfico; optimización de recursos: menor tiempo de exposición, mayor rapidez en los estudios y reducción de repeticiones; gestión eficiente, con fácil archivo, recuperación inmediata y resguardo seguro de las imágenes; trabajo en red y posibilidad de compartir estudios con otros servicios y hospitales sin necesidad de trasladar físicamente las placas. Además, mejora en la calidad diagnóstica, con imágenes de alta resolución que pueden ampliarse y ajustarse digitalmente.
En este contexto, la digitalización de rayos mejora la eficiencia hospitalaria, optimiza recursos y brinda a los pacientes un servicio más rápido, seguro y de mejor calidad diagnóstica.